Hola,
Tras el sube y baja de los aviones en Madrid y Münich y el trasiego de pasillos y embarques, ya estamos en Grecia. Todo correcto. Al llegar al aeropuerto nos encontramos con dos chicos voluntarios procedentes de Londres con los que habíamos hablado estos días atrás. Tras saludarlos y acordar vernos en el campamento a las 19.00 h. , hora a la que se celebraría una reunión organizativa de voluntarios y refugiados, recogemos nuestro coche de alquiler y nos desplazamos hasta Lefkadi, un pequeño pueblo a 20 min. del campamento de Ritsona donde tenemos la reserva de nuestro Hostal.
Vista desde el Hostal de Lefkadi
Encontrarnos con los primeros voluntarios en el aeropuerto nos genera una mezcla de sentimientos. Por un lado la ilusión de sentir que ya estamos aquí, en Grecia; también la constatación de que no estamos solos. Pero también nos recuerda el objetivo de nuestro viaje.
Dejamos las mochilas en el hostal y nos dirigimos a Ritsona, donde se encuentra el campamento de refugiados. Entre tanto, Eva, la profesora de Chalkida que organizó la petición de ayuda, se interesa en todo momento de que hubiéramos llegado bien a Atenas y de que encontrásemos el campamento. No fue sencillo pero, tras una hora, conseguimos dar con el sitio.
Una pancarta decora el arco de la entrada. Dejamos el coche allí, ya de noche, y encontramos a un grupo de personas con chalecos reflectantes, símbolo internacional del voluntariado por estos días. Me acerco para hablar con ellos, son todos sirios. Pregunto por Eva y otros compañeros voluntarios pero no los conocen. Están organizando una casa en ruinas que quieren que sea un lugar de entretenimiento y distribución de materiales. Entre tanto, un camión de catering se marcha del campamento. El gobierno griego proporciona comidas diarias que traslada en estos grandes camiones. Pero existen voluntarios que preparan algunas comidas extra por lo que parece que esta comida resulta insuficiente.
En busca de los voluntarios reunidos damos una vuelta por el campamento. Nos sorprende haber podido entrar sin problemas pues en los últimos días los compañeros que ya estaban aquí comentaban que la policía no les dejaba entrar. Sin embargo esto ha cambiado. Un coche de policía es la única presencia “gubernamental“. Pero al vernos no nos dicen nada.
El numero de refugiados en este campamento ha crecido en solo unos días. Hoy son cerca de mil las personas que viven en este lugar. Y prevemos que lleguen más desde otros puntos de Grecia como, por ejemplo, Atenas, a donde siguen llegando Ferrys. De un primer vistazo la sensación que percibimos es que no están demasiado mal en comparación con otros lugares del país. Se alojan en tiendas, hay cabinas para baños con un gran punto de luz y una gran carpa común con otro foco de luz. Es en ella donde se encuentran reunidos los voluntarios y un grupo de refugiados que escuchan, traducen al inglés a sus compañeros o intervienen. Existe también una tienda de la Cruz Roja que aportan un servicio médico.
Hay bastantes niños con gripe, de momento sin gravedad. Entre las mujeres se encuentran 8 embarazadas en distintos periodos de gestación, y que sepamos, no han requerido cuidados aún. Pero siendo las 20.00 h. el médico aún tiene una fila de personas a las que pasa consulta.
Los hemos visto bien, dentro de lo que cabe. Hablan, ríen...sí, ríen...¿o está prohibido reirse?. Parece mentira que no pierdan la sonrisa. Y ayudan. Sí, ellos también hacen de voluntarios e intentan mantener las condiciones higiénicas del campamento. Hasta los niños colaboran en esto, como ya os mostramos en una anterior entrada de este cuaderno de bitácora. Un rato antes de marchar, cuando todavía estábamos en la asamblea, un regalo inesperado se cruza en nuestro camino y nos volvemos a Lefkadi con varios dibujos infantiles realizados por las niñas que nos los regalan. Nos piden que llevemos otro día muchos lápices y galletas.
Hace mucho frío y una humedad que cala los huesos. Por el día, siempre que esté despejado, no hace mala temperatura. Encienden hogueras y las mantienen, pero fuera de su entorno tienen que estar pasando mucho frío. Nosotros, con las prendas de abrigo que llevamos, estamos helados...así que ellos!!! y aún no sabemos como estarán de abrigo. Hoy fue una reunión corta y amena. Una toma de contacto. Quizás sean necesarias mantas o prendas de abrigo, chubasqueros. También pasta de dientes, cosas para los niños y bebés, leche, etc.
Lo que si queda claro de esta reunión es que el campamento esta aún por organizar, tal como en una amena conversación con Eva, ella nos hace saber. Y las discrepancias entre voluntarios locales y algunos otros procedentes de otros campamentos son manifiestas. Como siempre, cuesta arrancar. En total, somos aproximadamente 9 voluntarios internacionales y 10 griegos. Quedamos con Eva en que al día siguiente comenzaríamos a ver las necesidades y como podemos ayudar.
Seguimos...
Lo que si queda claro de esta reunión es que el campamento esta aún por organizar, tal como en una amena conversación con Eva, ella nos hace saber. Y las discrepancias entre voluntarios locales y algunos otros procedentes de otros campamentos son manifiestas. Como siempre, cuesta arrancar. En total, somos aproximadamente 9 voluntarios internacionales y 10 griegos. Quedamos con Eva en que al día siguiente comenzaríamos a ver las necesidades y como podemos ayudar.
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