lunes, 28 de marzo de 2016

SON ELLOS, LOS NADIES

Lunes 28 de Marzo







Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

[...]

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida."

MIGUEL HERNÁNDEZ




Porque algunos no son dueños ya de la suya, porque son otros quienes deciden quién vive y muere. Porque apenas, sí nos dejan decir que somos quien somos. Por eso, y porque mientras tengamos la vida seremos. Y aquí seguimos. Nos sentimos en casa. La vida en el campamento nunca deja de sorprendernos. Todas las historias toman rostros aquí. Cada instante es una fotografía que para el tiempo. 

Ayer observamos que las condiciones de higiene y salubridad del campamento empiezan a ser deficientes. Se trata de un campamento que tiene menos de un mes de existencia. Pero la acumulación de basura es manifiesta. No existe aun organización en torno a la gestión de residuos y la situación de pobreza y relativo caos favorece esta situación. Es por eso que ayer compramos escobas, guantes y otros utensilios de limpieza y dedicamos buena parte de la tarde a la recogida de basura. 

Un chico joven sentado en un tronco me mira, atento a la labor que estoy realizando. Esto es así durante un largo espacio de tiempo. Recojo con las manos protegidas por guantes montoncitos de basura que Borja va apilando. Me paro a fumar un cigarro. Me mira y yo le saludo sonriendo. Cuando acabo vuelvo a agacharme para seguir recogiendo. Y siento 4 manos más sosteniendo una bolsa de basura a mi lado. Son él y otro chico. Me sorprende y ahora creo que han estado observándome durante todo este tiempo sin atreverse a decir nada. Pero durante media hora nos ayudan a recoger mientras que llaman la atención en árabe a personas que deambulan de un lado para otro. Y entonces, empiezo a sentir que quizás, sólo hace falta tomar la iniciativa. Que son los actos los que guían el camino. Que nuestro trabajo aquí no es más que aportar la iniciativa para echar a andar. Llueve a mares de repente. Y yo les pido que dejen de recoger para que no se moje la poca ropa que tienen. No quieren, e insisten en seguir con nosotros hasta que damos por finalizada la labor. Una mujer con un bebé en brazos pasa a nuestro lado. Nos da las gracias en inglés. Al segundo otra mujer sonríe en agradecimiento por la labor. A veces las miradas bastan y las palabras sobran. 

Hoy, nuevamente nos dedicamos a limpiar, esta vez una zona en la que se comparten baños y zona de juego. Es complicado ver a los niños jugar en una zona encharcada con agua procedente de los baños.

Una familia se fue del campamento y otra llegó en su lugar minutos más tarde. Había que limpiar y sanear la tienda. Mientras lo hacíamos se acercó otro chico joven afgano y así como el día anterior ocurrió se sumó al equipo de limpieza. Un hombre y una mujer esperan en la entrada de la tienda educadamente. Nos dan las gracias una y otra vez apurados por nuestra humilde acción. Son los nuevos refugiados que llegan quién sabe desde donde. 

Durante toda la mañana, con la ayuda de otros voluntarios, nos dedicamos a buscar y comprar cubetas, muy necesarias para lavar la ropa. El único agua que llega a Ritsona Camp es la procedente de un camión cisterna y de depósitos que se renuevan todos los días y el lavado de ropa es complicado sin estos barreños. Aprovechamos también para comprar jabón y champú. En resumen, tres coches cargados de productos comprados con las donaciones solidarias de Asturias. Como así lo hicimos saber. Todo esto se descarga en un contenedor industrial para el posterior reparto equitativo. Mucha gente colaboró ordenadamente en la descarga, voluntarios y refugiados. El resumen de gastos del fondo solidario en lo que llevamos de estancia es de 1.108 euros.

Quizás no sea suficiente todo esto. Pero, desde luego, la necesidad de estos recursos permitirá tener aseguradas unas condiciones de higiene medianamente dignas al menos por un tiempo. No obstante, hoy estuvieron los militares acondicionando otra zona del bosque. Creemos que llegarán más esta semana.

Hoy nos despedimos del campamento con una lección. Un timbal resuena por todo el campamento y espontáneamente sirios, afganos, kurdos e iraquíes bailan. Españoles, portugueses, ingleses... Cada uno muestra sus bailes y sus cantos. Y los demás aplauden y ríen. Son estos momentos los que nos recuerdan que en mitad de la desgracia hay hueco para una sonrisa. Que son ellos los dignos. Que son ellos, los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Itziar Fuente




Una pequeña parte de la compra de hoy



4 comentarios:

  1. Qué prestoso el video!!! Todos bailando unidos de las manos...cuantas lecciones de vida!!!
    Iztiar, consigues emocionarme con cada post, mis lágrimas no sirven de nada y son de emoción, pero estoy segura que tus palabras llegan a mucha gente y granito a granito, se tiene un desierto!!!
    Animo a lxs voluntarixs!!!!!

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  2. No se ni que decir, Cova. Me llegan muy profundas tus palabras. Ciertamente, fue un momento precioso y espontáneo. Todo el mundo debería poder estar aquí alguna vez. Muchas gracias por leer, pero también por emocionarte con nosotros. Abrazo enorme!

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  3. Muy emocionante el relato, tiene que ser duro para ellos y también para vosotros.
    Me intento poner en el lugar de esta pobre gente y no lo consigo.
    Gracias por representar la poca dignidad que nos queda. Un abrazo para los dos y mucho ánimo.

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  4. Enorme abrazo!! Gracias por la fuerza!

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